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El juego es un espacio lleno de sentido para el desarrollo

 

Presentación:

Luego de egresar de Terapia Ocupacional en el 2014 y se fue por cuatro meses a Etiopía a vivir una experiencia marcante de trabajo con la comunidad local y con niños y niñas con necesidades especiales y en situación de desnutrición extrema.

Camino Recorrido:

Al volver a Santiago, trabajó en el servicio público en el área de Salud Mental, lo que le permitió adentrarse, en parte, en esta realidad a nivel país. Paralelo a esto, se especializó en integración sensorial y se entrenó en algunos modelos de autismo y de desarrollo infantil en general.

“Hace casi tres años, me vine a vivir a Puerto Varas, y aquí formé junto a mi socia fonoaudióloga, Mariana Vargas, el Centro Clementina, donde hemos acompañado junto al equipo a más de 200 familias”, cuenta.

Su apoyo está con la agrupación de familias del espectro autista de Puerto Varas, que hacen un gran trabajo con la comunidad local y también soy miembro activo de la Fundación AMAFRICA que tiene por objetivo acompañar en el desarrollo de niños y niñas del continente Africano.

“Actualmente por la pandemia nos hemos reinventado un poco y querido crear un nuevo proyecto: Perplén, que tiene por objetivo impactar en la comunidad, a través de proyectos de innovación en el desarrollo infantil y basados en la evidencia científica. Perplén busca ser un puente entre la mente de los/as adultos/as y la de los/as niños/as para que así como sociedad podamos acompañar de manera exitosa el neurodesarrollo infantil”, explica.

- ¿Cómo ayuda el juego cuando un niño tiene déficit atencional?

El juego es el contexto idóneo de aprendizaje para los niños y niñas. Más aún cuando un niño o niña tiene desafíos en el neurodesarrollo, como lo es en el TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad). La mayoría de ello/as necesitan activar su cuerpo para el aprendizaje e implicarse en actividades. El juego por tanto es un espacio lleno de sentido para el desarrollo de la atención. Nos permite aprender a través de la motivación. La motivación es la primera entrada para “engancharnos” en una actividad. Si el juego cumple con las características de ser interesante y tener un nivel de desafío apropiado para el niño o la niña, estamos en el escenario perfecto para aprender. En la medida que haya enganche, podemos siempre ir alargando los periodos de atención y haciendo estos periodos de atención más exitosos para nuestros/as niños/as. 

Hay algunas habilidades que son muy relevantes en el desarrollo y la mantención de la atención. A través de diferentes juegos nos permiten el desarrollo de nuestras funciones ejecutivas, que juntas son como “el gerente general de nuestro cerebro”, de manera que nos permiten permanecer y gestionar nuestra participación en las diferentes actividades que nos exige la vida cotidiana.

- Cómo estimular estas funciones a través de 3 tips:

  1. Para el desarrollo de la inhibición (habilidad para esperar a pesar de mis deseos de actuar) y la atención en el juego: Repartiendo turnos, y que mi hijo/a tenga que esperar primero un turno, luego cuando lo logre invitamos a un hermano o hermana y ponemos dos turnos y así vamos aumentando el tiempo de espera.
  2. Desarrollo de ideación (tener varios planes y posibilidades para una misma cosa), atención y flexibilidad: Juegos de construcción, donde podemos ir aumentando el nivel de complejidad y de tiempo en el juego. Por ejemplo, en el caso de los Imanix podemos construir primero una figura de dos dimensiones, luego, cuando ya lo hayamos logrado podemos construir una de tres dimensiones y eso implica mayor atención, mayor complejidad y mayor tiempo en la actividad.
  3. Para el desarrollo de la memoria de trabajo y la secuencia de las actividades: Como adultos podemos jugar diferentes roles, como por ejemplo, modelar (mostrar) el paso a paso y después guiar a los niños/as en la etapa de recordar los pasos y que sea su turno de armar el juego. Esto también ocurre al seguir los pasos de una receta.

Lo más importante es tener motivación por parte de los/as niños/as y desde ahí, “estirar” los tiempos de atención.

Eso queremos contagiar a la comunidad con el proyecto Perplén, a través de la posibilidad de compartir formas innovadoras y basadas en la evidencia científica e ir, como comunidad, utilizando estrategias para acompañar el neurodesarrollo.

Además, como terapeuta ocupacional especialista en integración sensorial, utilizamos estrategias para la integración de la información que está recibiendo constantemente nuestro sistema nervioso, especialmente en este caso, de la información que proviene de los sistemas propioceptivo y vestibular, que son sistemas reguladores que nos dan información de la posición de nuestro cuerpo y del movimiento. Al “nutrir” y estar en equilibrio con estos sistemas podemos conseguir un nivel de alerta apropiado para que los niños y niñas estén dispuestos y en condiciones óptimas para aprender. 

- ¿Cómo ayuda el entorno al desarrollo de habilidades desde la primera infancia? Cuéntame en base a tu experiencia por vivir en Puerto Varas y tener mayor relación con la naturaleza.

 El entorno físico puede ser un favorecedor para el neurodesarrollo. Sin lugar a dudas. Un niño o una niña que tiene oportunidad de experimentar diferentes estímulos, aprender diferentes juegos, e imitar diferentes modelos, podrá ir construyendo una visión rica del aprendizaje.

El entorno natural, por ejemplo, acá en Puerto Varas, permite que los niños y niñas puedan experimentar y jugar con un mismo objeto de la naturaleza a diferentes juegos. De esta manera, un tronco puede ser un camino de equilibrio, el ladrillo de una casa club o un asiento para disfrutar de un rico picnic. Nuestro cerebro se vuelve más flexible y nuestra “cajita” de ideas, más amplia y en consecuencia toda nuestra vivencia se enriquece.

Se han realizado estudios del impacto de la naturaleza en el neurodesarrollo y en la primera infancia, y la mayoría de ellos apuntan a una mayor capacidad de autoregulación, calma y autodisciplina. (Taylor Kuo and Sullivan, 2011), mejora en las habilidades sociales (Burdette and Whitake, 2005), fomenta la creatividad y la resolución de problemas (Kellert 2005) y también se ha estudiado como el constante y cotidiano contacto de niños y niñas en la naturaleza aumenta su capacidad de concentrarse (Wells, 2000).

“Aprende como si fueras a vivir siempre”
Las creencias del mundo nacen en la primera infancia

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