El juego libre es toda instancia lúdica en la que el niño ha decidido a qué jugar y cómo jugar, sin una estructura preconcebida por un adulto. Sus formas pueden ser muy variadas, desde juegos imaginarios, sin objetos; juegos con su propio cuerpo (moverse, saltar, desplazarse); juegos con objetos cotidianos; con elementos de la naturaleza y; por supuesto, juegos con materiales didácticos y en interacción con juguetes. Esta forma de juego no necesariamente implica “jugar en solitario”, el juego libre puede darse en interacción con otros, incluso con adultos, mientras estos se ajusten a los ritmos propuestos por el niño.
Fomentar las instancias de juego libre:
- La felicidad y satisfacción de necesidades básicas: pues el sólo hecho de jugar libremente es una actividad gratificante en sí misma. Las necesidades básicas, desde la expresión verbal, no verbal, el movimiento y la interacción con otros (reales o imaginarios) y el mundo que nos rodea.

IMAKIDS que se transforman en compañeros de juego, incluso en el exterior.
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Desarrollo socio emocional y de la autopercepción positiva:
Con sólo permitir el juego libre, estamos entregando el potentísimo mensaje de que “tus ideas y decisiones” importan y las puedes llevar a cabo, pues tú eliges a qué y cómo jugar. Esto es un potente fortalecedor de la autoestima y estimulador de la iniciativa. Hoy es fundamental formar niños activos, que toman iniciativas y las llevan a cabo.

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Habilidad para resolver problemas:
Por supuesto que podrán surgir dificultades de todo tipo, y es el niño quien tendrá que enfrentarlas, ya sea por sí mismo o recurriendo a terceros. Claro está que tanto sus características personales (edad, temperamento, etc), como las experiencias previas, marcarán la forma de enfrentarlos. Recurrir a un tercero es también una forma de resolución, pues la riqueza de los problemas o dificultades durante el juego está en cómo se solucionan.

Explorando medidas no estandarizadas jugando con IMABARS.
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Asegurarse de mantener dispositivos electrónicos apagados (celulares, televisores, tablets), pues podrán interferir como distractores.
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Favorecer salidas al exterior: patios de la casa, espacios comunes en el edificio, parques. Al salir al exterior, existe la posibilidad de que se puedan dar interacciones con otros niños, con la naturaleza y situaciones inesperadas.
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Mantener al alcance de los niños objetos diversos: desde elementos cotidianos y juguetes que inviten a juegos de roles y otros.
- Mantener al alcance de los niños juegos sin una función o estructura definida. Para esto, materiales de construcción, como IMANIX donde es el niño quien decide qué crear y cómo crearlo es una excelente idea, ya que fomenta el juego creativo, la reinterpretación del mundo real y la puesta en práctica de habilidades motrices.
Jessica Morales
Educadora de la Red internacional del Bachillerato internacional, IB.
Profesora y Magíster en Ciencias de la Familia.